Fueron más de 45 mil personas, superando de lejos a Quito (18 mil) y a Lima (20 mil), que coreaban a todo pulmón cada canción de la actriz de "Hannah Montana", quien apareció con un provocativo traje de cuero con ligas y botas, muy similar al de una dominatrix.
"Liberty walk" y "Party in the USA", que se ha convertido en himno en EE.UU. tras la muerte de Bin Laden, fueron las primeras canciones que entonó la artista de tan sólo 18 años de edad. Todo apoyado por una banda de cuatro músicos, dos coristas y un grupo de seis bailarines. Siguieron "Kicking and Screaming" y luego, la intérprete agradeció la asistencia, en uno de sus pocos diálogos de la noche.
Horas antes del concierto, Miles había comentado con su madre: "He visto muchos fans fervorosas a lo largo del mundo, pero nada muy parecido a esto" . Ayer, cuatro horas antes del espectáculo y en plena prueba de sonido, la propia cantante miró el coliseo de Ñuñoa vacío y lanzó: "Este lugar es monstruosamente enorme".
Miley Cyrus estará partiendo hacia Buenos Aires hoy en algunas horas.
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